Seguro que, en más de una ocasión, te habrás preguntado por las diferencias entre el póker y el vídeo póker.
Que sepas que hay unas cuantas. La primera y más evidente es que el vídeo póker se juega contra el ordenador, no
contra un repartidor y otros jugadores. Esto quiere decir que no debes preocuparte por "leer" a tus rivales o las
jugadas que hayan hecho. ¡Ni tampoco de poner "cara de póker" tú mismo!
Tampoco tienes que preocuparte por formar una gran mano solo para que un rival te gane con algo mejor. En el
vídeo póker, al contrario que en estilos de póker tradicionales como el Texas Hold'em o el Omaha, la única mano
que importa es la tuya. Qué alivio para aquellos jugadores que suelen recibir verdaderas palizas, ¿eh?
Hay quien dice que el vídeo póker es más fácil que el póker tradicional. Puede, pero eso no implica que no
haya que utilizar la estrategia adecuada para cada una de las múltiples
variantes del vídeo póker. Y eso requiere cierta destreza. Lo que sí podemos decir es que el vídeo póker va muy
bien para que los nuevos jugadores se acostumbren a identificar y crear manos ganadoras sin necesidad de tener
mucho capital.
También podemos afirmar que jugar a vídeo póker en un casino online es más asequible que echar una timba de
póker en un casino físico, o incluso en uno online. No tienes que buscar mesa, ni otros jugadores contra los
que enfrentarte; y, al estar tú solo, puedes jugar todo lo deprisa (o despacio) que quieras.