El blackjack Atlantic City recibe su nombre de la localidad estadounidense donde se originó. En esta modalidad, se juega con ocho mazos de cartas, y el crupier debe plantarse con un 17 blando. El jugador tiene, además, las opciones de rendición tardía y de doblarse con cualquier par de cartas, incluso después de dividir. El margen de la casa está por debajo del 0,4%.
En el blackjack europeo, el crupier se reparte tan sólo una carta, que además estará descubierta. La segunda carta se reparte únicamente cuando el resto de los jugadores ya han terminado de apostar. Esta variante tiene un mayor margen de beneficio para la casa, que llega a alcanzar el 0,62%.
El blackjack en vivo tiene el mismo reglamento que el blackjack americano tradicional, pero con la peculiaridad de que se juega en un entorno online con crupieres de carne y hueso, en tiempo real. Es una modalidad muy apreciada por los jugadores, que tienen así la oportunidad de interactuar con los repartidores humanos e incluso charlar con ellos en vivo.
El blackjack surrender o blackjack con rendición sigue las normas del blackjack americano tradicional, pero tiene una ventaja para el jugador. Si, tras recibir las dos primeras cartas, consideras que tu mano no tiene posibilidades de vencer, puedes retirarte y recuperar la mitad de tu apuesta. La rendición puede ser temprana o tardía.
Una de las variantes del blackjack más recientes, se llama el blackjack switch porque se reparten dos manos con dos apuestas cada una, y el jugador puede intercambiar (switch) la carta de arriba de cada una de ellas. Si el crupier saca 22, puede igualar cualquier mano excepto el blackjack natural, compensando así la ventaja inicial que el intercambio de cartas da al jugador.